Capítulo 4
ESTAS
AQUÍ.
Casi
tres meses habían pasado desde nuestra llegada a Berlin y Tammy y yo ya nos habíamos acostumbrado a nuestra nueva vida, los estudios iban bien, nuestros nuevos compañeros en la universidad de Humboldt eran agradables. Mi amiga, como siempre, replicaba cada mañana cuando la despertaba y obligaba a levantarse de la cama, privándola de su hobbie favorito.
—Vamos Tamm, arriba— la animé uno de esos días. hice a un lado el edredón que la tapaba por completo y la casudi por los hombros.
—Diez minutos más — chilló cubriéndose la cara con los brazos.
—Date prisa o llegaremos tarde, ya pasan de las ocho — anuncié.
—Lo se, lo se — Ella se incorporo con cara somnolienta y los ojos entreabiertos.
—Me vestiré y cuando termine tu ya estarás en la terraza, a no ser que prefieras quedarte sin panqueques para el desayuno— le advertí con una sonrisa maliciosa.
—Vale, ya me doy prisa — Respondió poniéndose en pie de un salto. —
Tammy era sobornable cuando se trataba de panqueques, sobre todo los de chocolate, sus favoritos. Había ordenado varios de esos en la tienda que estaba abajo, lo único que estaba hecho por mi era el café, bueno, eso lo hacia la cafetera, pero no contaba.
Tammy era sobornable cuando se trataba de panqueques, sobre todo los de chocolate, sus favoritos. Había ordenado varios de esos en la tienda que estaba abajo, lo único que estaba hecho por mi era el café, bueno, eso lo hacia la cafetera, pero no contaba.
—bien, eso creí, te veré abajo. — Diciendo aquello me marche a mi habitación, esperando que con el incentivo Tammy se apresurara el doble, ya que jamas estaba satisfecha con la ropa y terminaba probándose como mínimo unas siete combinaciones hasta que se decidía.
La mayoría de los día tendían a ser iguales; el cielo nublado, días lluviosos y el frió que podía congelarte Hasta los huesos. Por ello, aquella mañana era especial, hacia sol y pintaba para un día perfecto fuera en la terraza.
—Una vez lista fui a la cocina y dispuse la mesa para las dos. Tammy era tan perezosa que aveces se saltaba el desayuno, por lo que prefería ser yo quien se encargara de ello, era eso o soportar el mal humor de mi amiga unas horas después. Mi especialidad no era cocinar, de hecho, no me agradaba, eso tampoco representaba ser un problema, siempre había un restaurante disponible para ordenar a domicilio.
Me puse las gafas de sol y
me serví un poco de jugo de naranja mientras esperaba a Tammy. Dos minutos después ella apareció.
—Buenos días, Aurora— La salude, ella respondió enseñando la lengua de forma descarada y se sentó en la silla frente a mi.
—No recordaba que te gustara tanto madrugar— Increpó. Tomo un panqueque, puso miel sobre él y lo devoró en un santiamén.
—No lo se, desde que estamos aquí siento la necesidad de comenzar el día mas temprano.—
—Pues yo me he separado de mi madre y ahora vienes tu a tomar su lugar— Se quejo, este era su segundo panqueque y parecía que no tenia la intención de parar.
—Buenos días, Aurora— La salude, ella respondió enseñando la lengua de forma descarada y se sentó en la silla frente a mi.
—No recordaba que te gustara tanto madrugar— Increpó. Tomo un panqueque, puso miel sobre él y lo devoró en un santiamén.
—No lo se, desde que estamos aquí siento la necesidad de comenzar el día mas temprano.—
—Pues yo me he separado de mi madre y ahora vienes tu a tomar su lugar— Se quejo, este era su segundo panqueque y parecía que no tenia la intención de parar.
—Deja de reñir, Tamm, ¿que no
has notado lo bello que es el día?— Dije mientras le servia un poco de café.
—Ya— Bebió un sorbo y siguió comiendo.
—Ya— Bebió un sorbo y siguió comiendo.
Las dos jóvenes desayunaron y charlaron animadamente, Deka mantenía una actitud serena mientras que su amiga devoraba un panqueque seguido de otro. disfrutaron un poco de la vista magnifica de aquel día soleado antes de comenzar con sus actividades diarias.
Media horas después ya se dirigían al estacionamiento, tanto los padres de Tammy como Andy habían decidido darles un par de ostentosos regalos, Tammy, un flamante BMW Z4 ROADSTER de un rojo carmesí, mientras que Deka se había decidido por un Porsche Cayenne GTS color negro.
Media horas después ya se dirigían al estacionamiento, tanto los padres de Tammy como Andy habían decidido darles un par de ostentosos regalos, Tammy, un flamante BMW Z4 ROADSTER de un rojo carmesí, mientras que Deka se había decidido por un Porsche Cayenne GTS color negro.
Un enorme y lujoso departamento
solo para ellas, autos de lujo y belleza desbordante, ¿qué más podían
desear dos jóvenes chicas que a sus 18 años se enfrentaban al mundo con las
suficientes armas como para conseguir el éxito soñado?
—¿En el tuyo o en el mio? —
pregunto Deka cuando llegaron a sus cubículos de estacionamiento.
—el tuyo — respondió su amiga— Hoy no me apetece conducir.
—Bien, — respondió la otra.
—Taylor me llamo anoche —
comentó Tammy, ocupando el asiento del copiloto.
—¿Qué tal ha ido?—
—Ha
dicho lo mismo que la ultima vez: Me echa de menos y que intenta acostumbrarse a nuestra separación — Respondió con desgana, su rostro parecía mas concentrado en ajustarse el cinturón que en lo que estaba contando, por supuesto Deka no se dejo engañar por aquella fachada.
—Y tú, ¿que tal lo llevas? — inquirió.
—Estoy bien— Dijo en tono despreocupado.— Puede que le extrañe a veces, pero se que he hecho lo correcto al terminar con él.
—Me alegra que estés segura de eso— Respondió su amiga, puso en marcha el auto y condujo hacia la universidad.
—Me alegra que estés segura de eso— Respondió su amiga, puso en marcha el auto y condujo hacia la universidad.
—Sabes— Comentó de pronto Tammy —Durante estos años me he preguntado porque has desistido de comenzar una relación con algún chico.
—¿Otra vez con eso?— se
quejo Deka, sin apartar la vista del camino.
—Es que han sido cuatro años de conocerte y nunca has aceptado a nadie como novio, es como si huyeras
de los chicos o de algún contacto con ellos ¿por qué? —
—No es eso — se escudo Deka—
es solamente que ninguno de los que he conocido ha sido el indicado, no es que
huya al compromiso ni nada de eso. —
—Pero es que...— Quiso
seguir Tammy pero fue interrumpida.
—¿Tienes el trabajo para el
profesor Maxwell?—
—Eh, si.— Respondió su amiga
un poco descolocada por el brusco cambio de tema.— esta en mi bolso.—Miró a la chica mientras hablaba.
—Bien, creo que obtendremos una buena nota.— agrego Deka con una sonrisa.
Para Ambas lo mas
importante de la carrera que habían elegido era amar lo que hacían y la pasión que compartían por la música las había convencido de estudiarla profesionalmente para después centrarse en ejercerla como tal. Planeaban montar juntas una pequeña compañía productora, algo que las ilusionaba sobremanera.
Fue un miércoles tranquilo entre clases, preparar proyectos y distraerse con alguna que otra charla de compañeros de estudio. Su ultima clase llegaba a su fin así que Deka tomo sus cosas y camino por los jardines. Doblo por una la esquina del edificio y soltó un grito del susto al tiempo que sus libros y un par de bolígrafos caían al suelo.
—Lo siento — Se disculpó el
chico con el que estuvo a punto de estrellarse.
—No, yo lo siento — Atajó Deka que ya recogía sus pertenencias sin siquiera mirarlo.
Inmediatamente el joven se
puso de cuclillas y recogió un libro.
—Eres Dekatherine, ¿cierto?— Preguntó al tiempo que se lo entregaba.
—Si.— respondió algo
extrañada. La universidad era muy grande y
según lo que ella recordaba, el chico no estaba en ninguna de sus clases.
—¿Cómo es que sabes mi nombre?—
quiso saber.
—Conozco a tu amiga, Tammy, ella me ha hablado de ti, espero que no te moleste que te salude. mi nombre es Alex Patcavas —Dijo al tiempo que le tendía la mano para que ella la estrechara, —él era todo sonrisas— Pensó Deka.
—No me molesta— Ella correspondió al saludo como lo había hecho con el resto de sus compañeros.
—Genial — Contesto el joven, aun mas animado — ¿Te diriges a tu auto?, puedo acompañarte.
—Claro, porque no — Deka sonrió, intento no tomarse a mal aquello pues pensaba que él solo trataba de ser amable.
Los dos caminaron juntos hasta el aparcamiento mientras Alex le hacia preguntas sobre
su carrera, de donde era y cuanto tiempo llevaba en Berlin. —Como si
Tammy no le hubiese hablado ya de eso.—Peso ella. Una vez que llegaron fue el joven quien prolongó la charla. Deka solo lo escuchaba hablar y sonreía. Después de unos minutos en los que ella pensaba en la manera mas amable de despedirse Tammy apareció, lo cual le agradeció mentalmente. Su amiga saludo a Alex y charlaron un momento más, Deka se sentía mas cómoda siendo la que simplemente escuchaba mientras ellos llevaban el control de la conversación, aunque eso no evitó que Alex la mirase constantemente demostrando interés.
Minutos después ambas se despidieron del Joven, y aunque Deka trato de ignorarlo, no pudo evitar percatarse de que él la estudiaba mientras se dirigían a su auto.
Minutos después ambas se despidieron del Joven, y aunque Deka trato de ignorarlo, no pudo evitar percatarse de que él la estudiaba mientras se dirigían a su auto.
—Veo que has conocido a Alex —
comento Tammy mientras subían al vehículo.
—Como no hacerlo si, y según sus palabras, tu le has hablado mucho de mi.— Respondió Deka.
—Vale, quizá un poco— Tammy sonrió.
—¿Qué te traes entre manos, Tamara?— Inquirió Deka, usando aquel sobrenombre que su amiga detestaba.
—Nada— Respondió esta poniendo los ojos en blanco.
—No te creo— Ella la miro con los ojos entrecerrados.
—Vale, pero que piensas de él, ¿te agrada?—
—Vale, quizá un poco— Tammy sonrió.
—¿Qué te traes entre manos, Tamara?— Inquirió Deka, usando aquel sobrenombre que su amiga detestaba.
—Nada— Respondió esta poniendo los ojos en blanco.
—No te creo— Ella la miro con los ojos entrecerrados.
—Vale, pero que piensas de él, ¿te agrada?—
—Es amable — respondió su amiga sin miramientos.
—¿pero?...— Agregó Tammy
—¿pero qué? — quiso saber la
chica. —Me ha parecido un chico agradable y nada mas.
—¡Dios, Deka, ¿qué voy a hacer
contigo? — Exclamó la joven.
—Tamm, cual es tu problema, solo ha sido una charla. No espero nada de lo que tu pretendes que pase.
—Pues al menos di algo sobre él, no se. Que es guapísimo y tiene unos ojos preciosos.— Dijo con exasperación.
—Pues al menos di algo sobre él, no se. Que es guapísimo y tiene unos ojos preciosos.— Dijo con exasperación.
—Pues es cierto que tiene ojos lindos. — Agregó Deka.
—¿Lo ves?— Le reclamó su amiga— Ese es el problema contigo, es como si ninguno llamara tu atención, ya sabes, atracción sexual, que te guste, siempre eres así de fría.
—Y aquí vamos de nuevo — Se quejó Deka. —No se por que insistes.—
—Lo hago porque quiero que vivas tu vida, que
te emociones por un chico sexy al cual le interesas, que por fin dejes entrar a
alguien a tu vida, quizá no te enamores pero al menos lo pasarías bien con
alguien. —
—Y yo te he dicho que pares con eso.— Se
burlo su amiga. Puso el auto en marcha y espero más ataques de su amiga, estaban en el auto así que no tenia donde escapar.
— A veces pienso que no te
conozco, Dekatherine — agregó ella cruzándose de brazos. —No se si eres simplemente así, si te sientes atraída por las chicas en lugar de chicos. En realidad no lo se.
—Ya déjalo Tammy — exigió Deka. —No soy lesbiana, ni nada por el estilo, si algún tío me interesa, voy y lo consigo, eso no significa ningún problema. La razón del por qué no lo hago, es simplemente porque no me interesa.
—Vale, vale— Su amiga alzo las manos en señal de paz. —Olvida que he dicho algo. Solo quiero que sepas, que yo deseo que seas feliz, y que algún día llegue ese chico que deshaga esa pared de hielo que tu eres.
—¿Pared de hielo?— Se burló Deka.
—¿Pared de hielo?— Se burló Deka.
Por
fin llegamos al edificio y estacione mi auto en el aparcamiento, Tammy había cesado con el tema de mis relaciones y daba gracias por ello; Aún así mi animo no se había visto afectado por sus comentarios, me sentía de buen humor y eso era una magnifica señal.
Saludamos a Bruno al llegar a la recepción, y el nos respondió con su amabilidad de siempre. Era un hombre mayor de pelo blanco con modales que cualquier aristócrata envidiaría.
—Necesito comer algo o me desmayaré — comento
Tammy cuando tomábamos el ascensor.
—Creo que es tu turno de preparar el almuerzo, yo me he encargado del desayuno esta mañana—
—¿Le llamas hacerte cargo cuando solo lo has ordenado a la tienda de la esquina? de verdad me sorprendes— Expresó Tammy, el hambre comenzaba a hacer estragos en su humor y a mi me divertía un poco, después de sus molestas preguntas me alegraba de que ahora fuese ella la que lo pasaba mal.
—Odió cocinar, eso no es ningún secreto.— Le recordé. Cruzamos el recibidor y dejamos nuestras cosas sobre la mesa de centro.
—Eso explica tu afición por el cereal con leche— Me recriminó ella.
Estuve a punto de replicar pero en ese instante algo capto mi atención.
—¿Escuchas eso? — Le pregunté
a Tammy.
—es... música de piano — respondió con el ceño fruncido. Nos miramos la
una a la otra sin saber exactamente que hacer.
—¿Quién rayos es y como ha conseguido entrar? —Susurró—
—No tengo idea— Respondí de igual manera. Tammy me siguió escaleras arriba manteniendo el mismo paso sigiloso que yo. A medida que nos acercábamos al salón de música pude escuchar la melodía con mayor precisión. Until The Last Moment de Yanni. La conocía muy bien pues era una de mis favoritas y fue precisamente eso lo que delato al intruso.
—Deka, esto me esta asustando.— me detuvo
Tammy cuando llegamos hasta la puerta.
—Veamos quien puede ser— Sonreí y ella me miró extrañada.
—Veamos quien puede ser— Sonreí y ella me miró extrañada.
La puerta estaba abierta unos cuantos centímetros y a pesar de las protestas de Tammy la empuje y salte al interior.
—Te tengo— Grité.
—Te tengo— Grité.
Una asustada Andy dio un salto y la música cesó. Mi amiga asomó la cabeza detrás de mi y su expresión de alivió fue todo un poema.
—Me has asustado— Exclamó mi tía, segundos después sonrió.
—Me has asustado— Exclamó mi tía, segundos después sonrió.
—¿Qué haces aquí?— Le pregunte, su visita era tan inesperada que fue lo único que se me ocurrió decir.
—También me da gusto verte— Dijo al tiempo que se incorporaba. Fui hasta ella y la abrace con fuerza.
—¡Andy!— Exclamó mi amiga soltando un paraguas que llevaba en la mano y uniéndose al abrazo también
—¿Por que no has dicho que venías— Le pregunte un instante después de separarnos.
—Prefería que fuese una sorpresa—
—¿A caso querías matarnos del susto?— Increpo Tammy.
—No le hagas caso, a veces es un poco paranoica— Le dije a Andy, ella sonrió complacida.
—Están mucho mas guapas que hace tres meses— Exclamó al tiempo que nos observaba detenidamente.
—Nos ha sentado bien la emancipación— Comentó Tammy, lo cual nos hizo reír.
—Ya veo que si—
—Aun no nos dices el por que de esta visita tan repentina— Inquirí nuevamente. — ¿Todo esta bien en casa?
—Todo esta muy bien y por cierto, Sarah te envía saludos.—
Yo asentí. Ella y yo hablábamos algunas veces y era quien me mantenía informada de las cosas que Andy no me contaba.
—¡Andy!— Exclamó mi amiga soltando un paraguas que llevaba en la mano y uniéndose al abrazo también
—¿Por que no has dicho que venías— Le pregunte un instante después de separarnos.
—Prefería que fuese una sorpresa—
—¿A caso querías matarnos del susto?— Increpo Tammy.
—No le hagas caso, a veces es un poco paranoica— Le dije a Andy, ella sonrió complacida.
—Están mucho mas guapas que hace tres meses— Exclamó al tiempo que nos observaba detenidamente.
—Nos ha sentado bien la emancipación— Comentó Tammy, lo cual nos hizo reír.
—Ya veo que si—
—Aun no nos dices el por que de esta visita tan repentina— Inquirí nuevamente. — ¿Todo esta bien en casa?
—Todo esta muy bien y por cierto, Sarah te envía saludos.—
Yo asentí. Ella y yo hablábamos algunas veces y era quien me mantenía informada de las cosas que Andy no me contaba.
—Estoy aquí por que tengo algunas cosas que hacer.— Anunció mi tía.
—Sobre la compañía, supongo.— Comente.
—En realidad no, esto es personal.—
Yo alce una ceja. No conocía algún asunto personal que ella debiese atender en la ciudad y eso me intrigaba.
—De que se trata— Pregunto Tammy, Andy volvió a sentarse en el banquillo del piano. mientras que nosotras lo hicimos en un sofá de color rojo.
—Es la boda de mi mejor amiga, Sisi, ¿la recuerdas no?—
—En realidad no—
—Vale, supongo que eras demasiado pequeña como para recordarlo.— Agregó ella.
—Por que no me dijiste antes sobre esa boda?— Le pregunte extrañada.
—Lo hice, Deka, hace un mes, si no recuerdo mal.—
—Ya.—Acepte. No dudaba en que ella me lo dijese, aveces mi memoria no era tan buena y a veces olvidaba cosas.
—Recordaba vagamente a Sisi, su rostro era desconocido pero tenia en mi memoria a una mujer rubia que solía ser graciosa y que tenia dos hijos de los cuales no recordaba nada. Tenia cuatro años cuando Andy y yo nos mudamos a Los Ángeles, así que esos recuerdos fueron difuminándose con los años.
—Sobre la compañía, supongo.— Comente.
—En realidad no, esto es personal.—
Yo alce una ceja. No conocía algún asunto personal que ella debiese atender en la ciudad y eso me intrigaba.
—De que se trata— Pregunto Tammy, Andy volvió a sentarse en el banquillo del piano. mientras que nosotras lo hicimos en un sofá de color rojo.
—Es la boda de mi mejor amiga, Sisi, ¿la recuerdas no?—
—En realidad no—
—Vale, supongo que eras demasiado pequeña como para recordarlo.— Agregó ella.
—Por que no me dijiste antes sobre esa boda?— Le pregunte extrañada.
—Lo hice, Deka, hace un mes, si no recuerdo mal.—
—Ya.—Acepte. No dudaba en que ella me lo dijese, aveces mi memoria no era tan buena y a veces olvidaba cosas.
—Recordaba vagamente a Sisi, su rostro era desconocido pero tenia en mi memoria a una mujer rubia que solía ser graciosa y que tenia dos hijos de los cuales no recordaba nada. Tenia cuatro años cuando Andy y yo nos mudamos a Los Ángeles, así que esos recuerdos fueron difuminándose con los años.
—Y ustedes vendrán conmigo —
agrego Andy interrumpiendo mis pensamientos.
—No me digas que también olvide eso— Exclame con fastidio.
—No, es solo que después de muchos años volveré a verla y me parece una idea magnifica que tu también estés ahí, ella te recuerda muy bien.
—No, es solo que después de muchos años volveré a verla y me parece una idea magnifica que tu también estés ahí, ella te recuerda muy bien.
—Pero para mi es solo una extraña—
—Lo se, pero ella es muy importante para mi. ¿Seria demasiado pedir?— Andy puso esa cara de inocencia que muchas veces había visto en Tammy y que le funcionaba a la perfección cuando deseaba conseguir algo.
—Lo se, pero ella es muy importante para mi. ¿Seria demasiado pedir?— Andy puso esa cara de inocencia que muchas veces había visto en Tammy y que le funcionaba a la perfección cuando deseaba conseguir algo.
—Una boda siempre es emocionante. Me apunto— Anunció una sonriente Tamm.
Mire a cada una y aunque mi primer deseo fue negarme, sabía que ellas insistirían a tal punto que se volvería insoportable si no aceptaba.
—Vale— Dije al fin, no muy convencida.—
—Gracias— Andy sonrió mas ampliamente y Tammy se unió a su regocijo.
—¿Su futuro esposo es amigo tuyo también?— Quise saber.
—Lo es, han estado juntos aproximadamente quince años.—
—Vaya— Exclamo Tammy. —Eso es mucho tiempo. Es curioso que decidan casarse ahora.
—El amor trabaja de distintas maneras— Respondió Andy con un suspiro. —Por cierto, la boda será en Magdeburgo y le prometí a Sisi que estaríamos ahí desde el jueves. Dicho eso, se puso en pie, dio la media vuelta y salio del estudió.
Mire a cada una y aunque mi primer deseo fue negarme, sabía que ellas insistirían a tal punto que se volvería insoportable si no aceptaba.
—Vale— Dije al fin, no muy convencida.—
—Gracias— Andy sonrió mas ampliamente y Tammy se unió a su regocijo.
—¿Su futuro esposo es amigo tuyo también?— Quise saber.
—Lo es, han estado juntos aproximadamente quince años.—
—Vaya— Exclamo Tammy. —Eso es mucho tiempo. Es curioso que decidan casarse ahora.
—El amor trabaja de distintas maneras— Respondió Andy con un suspiro. —Por cierto, la boda será en Magdeburgo y le prometí a Sisi que estaríamos ahí desde el jueves. Dicho eso, se puso en pie, dio la media vuelta y salio del estudió.
—Pero... — Replique levantándome y yendo tras ella— ¿tan pronto?. Es mañana.
ademas Tamm y yo tenemos clase y...
—Nos iremos mañana después de que las clases terminen, no creo represente un problema el que se tomen el viernes. —
—¿Es enserio?— Inquirí sorprendida.— Cuando estuve en preparatoria fuste tan estricta con mis asistencias escolares y ahora no...
—Corrección, eso ocurrió en tus primeros años, cuando eras toda una rebelde del sistema.— Especificó Andy, lo cual era cierto.
Mi tía fue a la cocina y abrió la nevera, interesándose por un yogurt de fresa. Yo me quede detrás de ella, interesada en seguir replicando.
—No quiero tomarme el viernes.—
—Corrección, eso ocurrió en tus primeros años, cuando eras toda una rebelde del sistema.— Especificó Andy, lo cual era cierto.
Mi tía fue a la cocina y abrió la nevera, interesándose por un yogurt de fresa. Yo me quede detrás de ella, interesada en seguir replicando.
—No quiero tomarme el viernes.—
—Dekatherine, deja a un lado el drama, por favor — Me reprendió Tammy que estaba junto a mi.— Esto no se trata de ti. Ademas, ten en cuenta que después de tres meses de arduo estudio, un poco de diversión no nos vendría mal.
—Yo mire a ambas con la boca entre abierta. No había forma de ganar aquella batalla y despues de varios segundos de meditarlo, decidí darme por vencida.
—Vale.— Acepte. Ellas sonrieron complacidas y yo me cruce de brazos.
El punto importante no era si dejaba de asistir un día a la universidad, lo que me molestaba un poco era tener que acudir a un lugar donde no conocía a nadie, entendía que aquellas personas habían formado parte de mi vida en el pasado, pero ahora no significaban nada para mi.
—Cariño, te aseguro que será el mejor fin de semana — Dijo con una sonrisa y tomandome las manos.
—Yo mire a ambas con la boca entre abierta. No había forma de ganar aquella batalla y despues de varios segundos de meditarlo, decidí darme por vencida.
—Vale.— Acepte. Ellas sonrieron complacidas y yo me cruce de brazos.
El punto importante no era si dejaba de asistir un día a la universidad, lo que me molestaba un poco era tener que acudir a un lugar donde no conocía a nadie, entendía que aquellas personas habían formado parte de mi vida en el pasado, pero ahora no significaban nada para mi.
—Cariño, te aseguro que será el mejor fin de semana — Dijo con una sonrisa y tomandome las manos.
—Bien— Acepté.
Después de que ambas se aseguraron de que no me retractaria sobre el viaje fueron a la cocina, Andy sermoneaba a Tammy sobre nuestro excesivo consumo de pizzas, hamburguesas, comida chica y demas alimentos que a ella le parecian inapropiados. Inspeccionó las alacenas, sorprendiendose de no encontrar practicamente nada decente con que cocinas así que decidió que debiamos hacer las compras.
Después de que ambas se aseguraron de que no me retractaria sobre el viaje fueron a la cocina, Andy sermoneaba a Tammy sobre nuestro excesivo consumo de pizzas, hamburguesas, comida chica y demas alimentos que a ella le parecian inapropiados. Inspeccionó las alacenas, sorprendiendose de no encontrar practicamente nada decente con que cocinas así que decidió que debiamos hacer las compras.
Fue una tarde divertida en el centro comercial, Andy era toda una esperta a la hora de comprar y mi amiga y yo no hicimos mas que tomar nota mental sobre como hacerlo en el futuro. Una vez de vuelta en casa ellas se encargaron de la cena mientras yo me entretuve tocando el piano en el salon de música. Era tan mala en los asuntos culinarios que Andy preferia mantenerme apartada cuando se encargaba de la cocina, solia decir que ocurrian accidentes siempre que yo estaba cerca.
Durante nuestra cena temprana que consistió en una ensalada César y vino, la charla sobre el viaje a Magdeburgo se extendió toda la velada. Cuando ya no hubo mas que mencionar sobre el tema, nos enfrascamos en ponernos al día con las noticias acerca de Los Angeles, sobre Sarah, la familia de Tammy y de como se las arreglaba Andy ahora que estaba lejos.
—Por cierto — Anunció Tammy con un brillo en los ojos — necesitamos ir de compras, urgentemente.
—En realidad ya me he encargado de eso. Bonny ha diseñado dos vestidos especialmente para
ustedes. — Respondio Andy, con lo cual ambas la miramos sorprendidas.
—¿Es enserio? — pregunto
Tamm llena de emocion. — ¿Cuando ocurrió eso?. Bonny nunca hace diseños especiales tan facilmente, solo lo haría si eso significa una gran cantidad de publicidad para su marca.
—Ha hecho una excepción conmigo— Sonrió Andy.
—Ha hecho una excepción conmigo— Sonrió Andy.
Bonny Hamilton era un reconocido diseñador de L.A. y gran amigo de Andy, algunas veces actuaba de nuestro diseñador personal, por supuesto y como Tammy había dicho, eso ocurria cuando el nombre de su marca se podía ver beneficiada. Personalmente me gustaban sus diseños y algunas veces los usaba, Tammy por su parte era una de sus mas fieles ccompradoras, como fanatica de la moda que era.
—Parece que lo tenias todo
planeado — Comente.
—Es la boda de mi mejor amiga, que te puedo decir.— Respondió en tono alegre.
El
jueves llego y Deka deseó mas que nunca quedarse en casa. No le apetecia pasar todo el fin de semana rodeada de personas desconocidas, por muy cercanas que fuesen a Andy, simplemente preferia pasar esos tres día en el salón de música o leyendo un libro. Por supuesto no expresó sus opiniones. Hizo todo lo que debia, asistió a la universidad y al regresar a casa preparó su pequeño equipaje en silencio. Tammy por su parte, se debatía en su ardua tarea de elegir qué llevar y que no.
—¿Listas?— preguntó Andy
mientras Deka guardaba su maleta en la cajuela de su Porsche.
—Por mi parte, si, por la de Tamm, no me sorprendería que demorará otras dos horas.—respondio.
—No será necesario, querida— respondio
Tammy apareciendo casi al instante.
—Perfecto, es hora— Anunció Andy, instandolas a montarse en el auto.
Andy condujo fuera del estacionamiento subterraneo mientras charlaba con las jovenes sobre el tiempo que harian en carretera. Magdeburgo se encontraba
a una distancia aproximada de 135 km de Berlin, por lo cual, pasaron las siguientes tres horas observando el verde paisaje al tiempo que se divertian contando chistes y hablando de todo un poco. A Deka siempre le habían encantado los viajes en auto, encontraba inspirador el observar, tratar de definir como eran los días y las noches en aquellos lugares por donde transitaban. De pequeña solía acompañar a Andy en sus viajes de negocios, no importaba que tan corto o largo fuese el viaje, siempre encontraba algo entretenido que observar.
—Casi hemos llegado— Anuncio Andy al fin. Eran poco más de las seis de la tarde y la temperatura había descendido unos cuantos grados.
—Genial — respondio Tammy con una mueca de dolor pues la espalda le molestaba después de permanecer todo el tiempo sentada.
—Deka se quito los auriculares y a pesar de que no había escuchado el anuncio de su tía, pudo comprender que estaban por llegar a su destino. Estudió el lugar con detenimiento intentando reconocer alguna casa pues durante el trayecto Andy hablo acerca de que
Magdeburgo habia sido su hogar durante sus primeros cuatro años de vida. La chica se esforzo pero nada le parecia ni remotamente familiar.
Era una zona bonita y exclusiva, con jardines bien cuidados. Las casas estaban muy alejadas entre si, divididas por extenciones de arboles altos y frondosos, haciendo que resultase una combinación interasante entre bosque y riquesa. Como un pequeño mundo de naturaleza en cada propiedad. A Deka le agrado aquel concepto.
Era una zona bonita y exclusiva, con jardines bien cuidados. Las casas estaban muy alejadas entre si, divididas por extenciones de arboles altos y frondosos, haciendo que resultase una combinación interasante entre bosque y riquesa. Como un pequeño mundo de naturaleza en cada propiedad. A Deka le agrado aquel concepto.
Andy detuvo el auto frente a una verja de aspecto imponente y un hombre verdaderamente
alto y robusto se acercó a la ventanilla para hacerles preguntas,
en cuanto ella le informo quienes eran el sujeto inmediatamente las dejo pasar. Tammy y Deka se miraron entre sí, confundidas por aquel derroche de seguridad. Andy no había mencionado si su amiga Sisi era un personaje importante o famoso. Decidieron averiguarlo por si mismas.
Una vez dentro de la propiedad, Andy
recorrio un camino de tierra rodeado de más jardines y arboles, estacionó el vehículo en la entrada principal de la casa al tiempo que Tammy y Deka
echaban un vistazo a la mansión de tres plantas. Era grande, con muchas ventanas y una arquitectura que se asemejaba a la de un castillo francés, aunque sus cupulas eran mucho menos ostensosas que el de un verdadero castillo. Estaba flanqueada con rosales de flores rojas, rosas y blancas que a Deka le hizo pensar en el romanticismo victoriano.
—¡Esta casa es genial!— Comentó Tammy mientras bajaban.
—A Sisi le encanta trabajar en el jardín.— Respondió Andy.
—Se nota mucho.—Agregó Deka fascinada.
Alguien abrio la
puerta principal de la casa y de ella salio una mujer de aproximadamente unos cuarenta años, de cabello negro, delgada,
de piel blanca y muy guapa. lucia un sueter de cuello de tortuga color negro y
unos jeans que le daban un aspecto fresco y joven.
—¡Que alegría!— Exclamo al tiempo que se acercaba.
—Hola Sisi— Saludo Andy
con el mismo entusiasmo. Ambas mujeres se abrazaron mientras sonreian.
Una vez que se separaron, Sisi miró a ambas chicas, deteniendose en Deka con especial atención.
—Tu eres Dekatherine— Su alegría pareció incrementarse.— Después de todos estos años, me emociona tanto volver a verte, pequeña.—
Deka estuvo a puto de decir algo, aunque no sabía exactamente el que, pero se vió interrumpida por el abrazo sorpresivo que Sisi le dió. Un abrazo muy maternal y que extrañamente le agrado.
—Gracias— Dijo a tiempo que le regresaba la sonrisa.
Sisi volvió a sorprenderla dandole dos besos en la mejilla. Deka los acepto y siguió sonriendo. Miró de reojo a Andy y esta parecia divertida con la escena. Sin duda había olvidado mencionar a posta que su amiga fuese tan efusiva a la hora de saludar.
—Tu tía me ha eviado algunas cuantas fotos tuyas porque a pesar de los años insistia en recordarte como esa niña de cuatro años. Ahora debo decir que has crecido mucho y que te has puesto muy hermosa.—
—Gracias — Respondió Deka sin poder evitar sentirse timida.
—Y ella es Tammy, por supuesto.— Sisi abrazo y dió dos besos a la otra chica.
Por su parte, Tamm estaba complacida por el recibimiento, a diferencia de Deka, ella no tenia ningun problema con ese tipo de contacto.
—Eres muy guapa— Agregó Sisi.
—¡Gracias! —
Después de la animada bienvenida, la anfitriona las invitó a pasar al interior de la casa. Ella y Andy charlaban animadas mientras Deka y Tammy observaban la decoración. Por dentro habian mas flores en jarrones con agua, las paredes eran blancas, con decorados clasicos , una enorme lampara de cristal adornaba el techo del recibidor, habian cuadros colgados en algunos lugares que segun lo que escuchaban, Sisi había pintado. La estancia tenia un aire acogedor y al mismo tiempo elegante.
—Y ella es Tammy, por supuesto.— Sisi abrazo y dió dos besos a la otra chica.
Por su parte, Tamm estaba complacida por el recibimiento, a diferencia de Deka, ella no tenia ningun problema con ese tipo de contacto.
—Eres muy guapa— Agregó Sisi.
—¡Gracias! —
Después de la animada bienvenida, la anfitriona las invitó a pasar al interior de la casa. Ella y Andy charlaban animadas mientras Deka y Tammy observaban la decoración. Por dentro habian mas flores en jarrones con agua, las paredes eran blancas, con decorados clasicos , una enorme lampara de cristal adornaba el techo del recibidor, habian cuadros colgados en algunos lugares que segun lo que escuchaban, Sisi había pintado. La estancia tenia un aire acogedor y al mismo tiempo elegante.
—¿Dónde se han metido esos gemelos?— pregunto Andy.
—He hablado con ellos hace unos cinco minutos y estan por llegar.— Respondió — Imagino que deben estar cansadas.
—¿De estar sentada por tres horas? ¡Porsupuesto!— Dijo Tammy. Sisi le sonrio cariñosamente y les indicó la dirección al salon.
—En ese caso, les dire que pueden ponerse comodas, así sea si prefieren sentarse o caminar por la casa, son libres de hacerlo si lo prefieren.—
—Gracias, querida. — Suspiró Andy, dejandose caer en uno de los sofas.
—Ire por unas bebidas. —Anunció Sisi.
—¿Estas cocinando algo?— Andy se puso en pie mientras olfateaba.
—Paella—
—Pues si no te importa, te acompaño a la cocina.— Dijo Andy. —Las paellas siempre te quedan estupendas.
—creo que esta te encantara, que por cierto ya esta casi lista y podremos cenar en cuanto los gemelos lleguen—
—Perfecto, Chicas, ya volvemos— Andy siguió a su amiga dejando a las dos jovenes en el salon.
—¿Dónde esta el novio?— Escucharon preguntar a Andy, aunque la respuesta que siguió ya no fue audible.
—¿De estar sentada por tres horas? ¡Porsupuesto!— Dijo Tammy. Sisi le sonrio cariñosamente y les indicó la dirección al salon.
—En ese caso, les dire que pueden ponerse comodas, así sea si prefieren sentarse o caminar por la casa, son libres de hacerlo si lo prefieren.—
—Gracias, querida. — Suspiró Andy, dejandose caer en uno de los sofas.
—Ire por unas bebidas. —Anunció Sisi.
—¿Estas cocinando algo?— Andy se puso en pie mientras olfateaba.
—Paella—
—Pues si no te importa, te acompaño a la cocina.— Dijo Andy. —Las paellas siempre te quedan estupendas.
—creo que esta te encantara, que por cierto ya esta casi lista y podremos cenar en cuanto los gemelos lleguen—
—Perfecto, Chicas, ya volvemos— Andy siguió a su amiga dejando a las dos jovenes en el salon.
—¿Dónde esta el novio?— Escucharon preguntar a Andy, aunque la respuesta que siguió ya no fue audible.
—¿He dicho ya que me encanta esta casa?— Tammy se sentó al mismo tiempo que Deka lo hacia.
—Sin duda.—
—Los amigos de Andy deben ser alguna especie de famosos, ¿no?—
—Ni idea.— Deka se encogio de hombros.
—Me recuerda a la pelicula Atonement, con Keira Knightley.— Dijo Tammy.
—Creo que a mi no me molestaría vivir aquí, es...—
—Muy aislado— Le interrumpió Tammy. —Tal como a ti te gusta.
El sonido de neumaticos de un auto al detenerse de manera un poco ruidosa atrajo su atención. Instantes despuús escucharon la puerta principal abrirse y un par de voces masculinas que discutian sobre tecnicas de buena conducción.
—Sin duda.—
—Los amigos de Andy deben ser alguna especie de famosos, ¿no?—
—Ni idea.— Deka se encogio de hombros.
—Me recuerda a la pelicula Atonement, con Keira Knightley.— Dijo Tammy.
—Creo que a mi no me molestaría vivir aquí, es...—
—Muy aislado— Le interrumpió Tammy. —Tal como a ti te gusta.
El sonido de neumaticos de un auto al detenerse de manera un poco ruidosa atrajo su atención. Instantes despuús escucharon la puerta principal abrirse y un par de voces masculinas que discutian sobre tecnicas de buena conducción.
—¡Oohh, son ellos!— Anunció Sisi volviendo al salón, seguida de Andy.
Deka y Tammy se pusieron en pie y vieron entrar a los dos jovenes. La sorpresa para ambas en el instante en el que los reconocieron pareció relentizar el tiempo.
—Son ellos— Susurro Tammy sorprendida y siendo la primera en reaccionar.
Deka observó a uno y despues al otro, desconcertada y preguntandose que hacian ellos en la casa de Sisi.
Se percató de la mirada intensa que el chico de las rastas mantuvo puesta sobre ella y sintio que sus mejillas se encendian a causa del sonrojo. Él parecia igual de sorprendido que Deka, incluso pudo distinguir una pequeña sonrisa de reconocimiento en la comisura de sus labios.
—Deka, Tammy. Les presento a mis hijos. Thomas y Bill.— Anunció Sisi.
Deka y Tammy se pusieron en pie y vieron entrar a los dos jovenes. La sorpresa para ambas en el instante en el que los reconocieron pareció relentizar el tiempo.
—Son ellos— Susurro Tammy sorprendida y siendo la primera en reaccionar.
Deka observó a uno y despues al otro, desconcertada y preguntandose que hacian ellos en la casa de Sisi.
Se percató de la mirada intensa que el chico de las rastas mantuvo puesta sobre ella y sintio que sus mejillas se encendian a causa del sonrojo. Él parecia igual de sorprendido que Deka, incluso pudo distinguir una pequeña sonrisa de reconocimiento en la comisura de sus labios.
—Deka, Tammy. Les presento a mis hijos. Thomas y Bill.— Anunció Sisi.
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